Shall we dance?

[La verdad es que no bailo bien. No tengo el ritmo suficiente para seguir los pasos. No tengo las agallas necesarias. Pero algo he de hacer para resarcirme. Te propongo algo. Tú dirás.]

Dancemos juntos todas las noches, como insanos enamorados, poseídos por tu ritmo de remolino. Dancemos entre nuestras lunas, nuestras estrellas lejanísimas, entre nuestros colmillos afilados de fieras apasionadas. Dancemos como cuando una pareja hace el amor clandestinamente en una playa. Dancemos agarrados de la mano, sin soltarnos nunca. Dancemos siempre al ritmo de tu reloj y no el mío. Dancemos como los locos calatos de la vía expresa. Dancemos como dos guepardos hambrientos. Dancemos entre el aire, entre tus suspiros cansados y a veces melancólicos. Dancemos hasta no quedar vivos. Dancemos, como Billy Elliot, hasta desaparecer y que solo queden nuestros pasos en cualquier suelo, en cualquier pista de baile, en cualquier lugar. Dancemos al ritmo de una película de Tarantino. Dancemos con cada cabello tuyo como líneas de un pentagrama imaginario. Dancemos canciones en clave de sol, fa y do. Dancemos junto a tus silencios, a tus compases compuestos. Dancemos con poesía de Watanabe. Dancemos con un libro de Murakami. Dancemos como si fuésemos un monstruo de la calle, que asusta a todo el mundo con su cara. Dancemos sin cuidado. Dancemos música clásica. Dancemos como un grupo de barristas de fútbol. Dancemos como cumbiamberos, como los chicos que bailan en los semáforos, como peluqueros de barrio, como las folklóricas que salen en la televisión, como los borrachos de algún bar de malamuerte. Dancemos como las señoras rubias que siempre están en los casinos, como los señores que se pintan el pelo, como las chicas que van a discotecas uniformadas, como un tablista bronceado y de pelo dorado. Dancemos como políticos, como periodistas, como cineastas que solo quieren hacer las películas de su vida. Dancemos como un viejito que vive en la calle, durmiendo en bancas de cualquier parque. Dancemos con todos los colores posibles. Dancemos entre tu espalda y tu cama. Dancemos como las piedras perdidas en un río caudaloso. Dancemos como los fideos de letras en una sopa casera. Dancemos como la paloma chismosa que se posa todas las mañanas en mi ventana. Dancemos sin clase, sin algún tipo de paso impuesto. Dancemos con zapatos, con sandalias, con zapatillas, con lo que sea. Dancemos sin alguna misión específica, solo danzar. Dancemos como el jorobado en el campanario. Dancemos con pasión. Dancemos como dos muñecos de postal electrónica. Dancemos al ritmo de fotografías.

Dancemos, Pame. Dancemos porque no sé bailar, solo sé danzar contigo.